no creo en las brujas,
no creo en las hadas,
tampoco en los gnomos,
duendes, leprechones
o santos.
no creo en ogros,
unicornios, monstruos,
y a dios, en todas sus formas,
le doy el beneficio de la duda.
pero creo en el ser humano,
el ser de las decisiones...
ese que elige el camino del mal,
o ese que se decide por el camino del bien,
aunque se estrelle contra las paredes...
ese que, aunque sea contradictorio
y equivocado,
pone la mano en el arado
por un mundo mejor.
I.R.